LA HIPERCONECTIVIDAD Y EL TELETRABAJO: UNA AMENAZA PARA LA SALUD MENTAL SEGÚN EL DR. CARLOS CENALMOR
En la era digital, la hiperconectividad está provocando una sobrecarga emocional y física que nuestro cerebro no está preparado para manejar, advierte el psiquiatra Carlos Cenalmor, experto en estrés y burnout. «Nuestro cerebro no está diseñado para procesar la gran cantidad de información que recibe actualmente», señala el especialista, quien apunta a la tecnología como la causa principal de este fenómeno.
El concepto de tecnoestrés, acuñado en los años 80, ha cobrado nueva relevancia con el auge del trabajo remoto en los últimos años. Las notificaciones constantes, los correos electrónicos y los mensajes laborales que invaden los momentos de descanso son una fuente inagotable de estrés. Cenalmor lo resume con un ejemplo: “Recibir correos o mensajes de trabajo un domingo interrumpe la relajación y activa la respuesta al estrés”.
MULTITAREA Y ADICCIÓN A LA TECNOLOGÍA
La multitarea, promovida como símbolo de productividad, es en realidad una trampa para la eficacia. Según el Dr. Cenalmor, el cerebro pierde eficiencia cuando intenta resolver varias tareas a la vez. “Abordar todos los pendientes al mismo tiempo no es práctico ni saludable. Genera estrés crónico y contribuye al agotamiento”, explica. Además, la interacción con correos y aplicaciones genera picos de dopamina, haciendo que la multitarea se convierta en una conducta adictiva.
Cenalmor también señala que el teletrabajo ha eliminado los límites entre lo laboral y lo personal, dificultando aún más la desconexión. La ausencia de separación física entre trabajo y hogar crea confusión en el cerebro sobre cuándo es momento de descansar.
ESTRATEGIAS PARA REDUCIR EL IMPACTO DEL ESTRÉS TECNOLÓGICO
Para contrarrestar los efectos negativos de la hiperconectividad, Cenalmor recomienda:
- Cuidar el cuerpo: Mantener una buena higiene del sueño, hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada.
- Establecer límites claros: Definir horarios libres de tecnología y momentos específicos para descansar.
- Fomentar un uso consciente de la tecnología: Reflexionar sobre el propósito y la necesidad de cada interacción digital.
- Implementar descansos: Preferiblemente al aire libre, para activar el sistema nervioso parasimpático.
- Silenciar notificaciones: Crear espacios sin interrupciones para mejorar la concentración.
LA VELOCIDAD NO ES SINÓNIMO DE PRODUCTIVIDAD
El experto concluye que priorizar la rapidez en las respuestas puede ser perjudicial para el bienestar. “La inmediatez activa un estado de alerta constante, que genera agotamiento y dificulta la desconexión”. La clave está en establecer espacios libres de tecnología y en poner límites para preservar la salud mental y emocional.