DESCUBREN NUEVA ESPECIE DE GUSANOS REDONDOS CONGELADOS DESDE LA EDAD DEL HIELO

Un grupo de científicos de instituciones alemanas ha revelado el hallazgo de una nueva especie de gusanos redondos (nematodos) que estaban congelados desde la Edad del Hielo y que han vuelto a la vida cuando se descongelaron. El nematodo, encontrado en el permafrost siberiano, ha sido denominado Panagrolaimus kolymaensis y ha sorprendido a la comunidad científica.

El descubrimiento se dio a conocer en un estudio publicado en la revista «PLoS Genetics» y es fruto de la colaboración entre el Instituto de Zoología de la Universidad de Colonia, el Instituto Max Planck de Biología y Genética de Células Moleculares (MPI-CBG) en Dresden, y el Centro de Biología de Sistemas de Dresden (CSBD), todos en Alemania.

La Dra. Anastasia Shatilovich, del Instituto de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos en la Ciencia del Suelo RAS en Rusia, fue la encargada de revivir dos nematodos que habían estado congelados en una madriguera fosilizada en el permafrost siberiano durante 46.000 años. Tras descongelar a los gusanos en el laboratorio, un análisis de radiocarbono del material vegetal de la madriguera confirmó su antigüedad.

Los gusanos redondos, una vez descongelados, mostraron una sorprendente capacidad para sobrevivir y permanecer en estado latente durante tanto tiempo. Los científicos están interesados en conocer las vías moleculares y metabólicas que utilizan estos organismos para mantenerse en ese estado de letargo, algo que aún no se comprende completamente.

El Dr. Philipp Schiffer de la Universidad de Colonia, uno de los científicos involucrados en la investigación, expresó su fascinación ante el hecho de ver animales vivos salir de un suelo que había estado congelado durante tantos milenios.

El gusano redondo P. kolymaensis ha desarrollado una «herramienta molecular» que le permite sobrevivir en condiciones extremas. Los científicos encontraron que una leve deshidratación antes de la congelación mejoró su preparación para la criptobiosis y aumentó su supervivencia a temperaturas de -80 grados centígrados. Además, estos gusanos produjeron trehalosa, un azúcar que protege su ADN y proteínas durante la etapa de reposo.

Aunque el hallazgo es emocionante para la comunidad científica, no representa un peligro inminente para la humanidad, ya que no se encontraron bacterias patógenas peligrosas en los gusanos descongelados. Sin embargo, el estudio de estas criaturas podría proporcionar información valiosa para los esfuerzos de conservación y protección de especies en peligro de extinción en el futuro, a medida que cambia el clima de la Tierra.