SEGUNDA VEDA DE CAMARÓN MARINO EN EL SALVADOR PARA PRESERVAR EL RECURSO Y BENEFICIAR A PESCADORES
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de El Salvador ha puesto en marcha la segunda veda de camarón marino para el año 2023, que estará vigente desde el 1 de octubre hasta el 15 de noviembre. Esta medida es parte de un enfoque integral de manejo sostenible para conservar el recurso y asegurar su disponibilidad en el futuro.
Diana Barahona, técnica de Centro de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura (Cendepesca), explicó que estas vedas son complementarias. La de mayo está diseñada para proteger a los individuos en su época de mayor reproducción, mientras que la de octubre y noviembre tiene como objetivo permitir que los camarones alcancen tallas reproductivas para la siguiente temporada de reproducción en mayo del próximo año.
La implementación de estas vedas es esencial para cerrar el ciclo reproductivo completo del camarón marino. Al limitar la pesca durante ciertos períodos, se pretende garantizar la supervivencia de poblaciones saludables y la sostenibilidad a largo plazo.
El MAG, a través de Cendepesca, hace un llamado a los pescadores y la población en general para que respeten esta disposición. La prohibición se aplica específicamente a la pesca de camarones, no al consumo. Es importante destacar que los establecimientos que mantienen reservas de camarones adquiridos antes de la entrada en vigor de la veda pueden continuar ofreciéndolos al público.
La institución gubernamental ha implementado diversas medidas para la protección y ordenación del camarón marino, incluyendo vedas, regulación de artes de pesca, control de permisos y seguimiento satelital para proteger áreas críticas. Estas acciones buscan abordar la disminución de la producción de camarón, que ha experimentado una reducción considerable en las últimas décadas.
El MAG destaca que estas medidas son cruciales para evitar un declive continuo en la captura de camarones, ya que las estadísticas muestran una disminución significativa de las capturas anuales a lo largo de los años. Por ejemplo, en la década de 1960, se registraban capturas anuales de alrededor de 2,000 toneladas, mientras que en 2022, las capturas reportadas fueron de tan solo 225 toneladas. La implementación efectiva de estas vedas contribuirá a la preservación del camarón marino, beneficiando tanto a los pescadores como al ecosistema marino en su conjunto.