BEBIDAS ENERGÉTICAS EN ADOLESCENTES: PALPITACIONES, INSOMNIO Y RIESGOS PARA LA SALUD

La última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), elaborada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), revela preocupantes datos sobre el consumo de bebidas energéticas entre adolescentes y sus efectos adversos en la salud.

Según el informe, la ingesta regular de estas bebidas con alto contenido de cafeína se asocia con diversos efectos nocivos a nivel cerebral y metabólico. Los efectos secundarios más comunes incluyen palpitaciones, insomnio, náuseas, vómitos y micción frecuente, lo que plantea serias implicaciones para la salud de los jóvenes.

Los datos muestran que más del 50% de los estudiantes de 14 a 18 años han consumido bebidas energéticas en el último mes, siendo los varones quienes lideran con un 54%, mientras que un 40.7% corresponde a mujeres. Esta tendencia de consumo ha experimentado un notable aumento en los últimos años, especialmente entre los adolescentes varones.

El análisis por edades revela que el consumo de bebidas energéticas va en aumento, alcanzando su punto máximo alrededor de los 18 años, con un preocupante 59.8%.

Un aspecto alarmante es el consumo combinado de bebidas energéticas con alcohol, lo que puede potenciar los efectos negativos en la salud. De hecho, el 72.5% de los adolescentes que consumen bebidas energéticas también beben alcohol, mientras que el 32.3% fuma tabaco, el 24.3% consume cannabis, el 10.5% usa hipnosedantes sin receta y un 1.6% consume éxtasis o cocaína.

Estos hallazgos plantean la necesidad de una mayor conciencia sobre los riesgos asociados con el consumo de bebidas energéticas en la población adolescente, así como medidas preventivas y educativas para promover hábitos de vida saludables y reducir el uso de sustancias nocivas en esta etapa crucial del desarrollo.