DESCUBRIMIENTO EN POMPEYA: HALLAN ESQUELETOS DE DOS VÍCTIMAS DE LA ERUPCIÓN DEL VESUBIO

Arqueólogos en Pompeya han hecho un descubrimiento significativo al desenterrar los esqueletos de dos personas que fallecieron durante la devastadora erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. Estos restos, que pertenecen a un hombre y una mujer, ofrecen una nueva perspectiva sobre los trágicos momentos finales de los habitantes de esta antigua ciudad, que fue sepultada bajo una gruesa capa de cenizas volcánicas.

Los expertos creen que ambos individuos buscaron refugio en una pequeña habitación, donde fueron sorprendidos por la erupción, quedando atrapados para siempre en su último intento de escapar del desastre.

La erupción del Vesubio es recordada como una de las catástrofes volcánicas más destructivas de la antigüedad. En solo unas horas, la próspera ciudad de Pompeya, cercana a Nápoles, quedó completamente cubierta por ceniza y piedra pómez, y miles de sus habitantes murieron. La ciudad permaneció oculta bajo los escombros volcánicos hasta su redescubrimiento en el siglo XVIII, desde entonces ha sido una fuente invaluable de conocimiento arqueológico.

Durante la excavación, los arqueólogos encontraron junto al cuerpo de la mujer un pequeño tesoro compuesto por monedas de oro, plata y bronce, además de joyas, como aros de oro y perlas. Estos hallazgos no solo evidencian la riqueza que poseía la mujer, sino que también ofrecen una ventana a la vida cotidiana en Pompeya antes del desastre. El hombre fue hallado cerca de la cama, lo que sugiere que podría haber intentado proteger a su compañera o buscar una vía de escape en medio del caos.

Una de las particularidades de este hallazgo es el excelente estado de conservación de la habitación donde se encontraron los cuerpos. Según los arqueólogos, la habitación quedó tan herméticamente sellada por la erupción que los muebles y objetos dentro de ella permanecieron casi intactos. La escena descubierta incluye una cama, un cofre, una lámpara de bronce y una mesa con tapa de mármol, todos ellos conservados en condiciones excepcionales.

Este descubrimiento no solo enriquece nuestro entendimiento de los últimos momentos en Pompeya, sino que también tiene un valor arqueológico invaluable. La combinación de restos humanos y sus pertenencias permite a los expertos profundizar en las prácticas funerarias, la estructura social y las condiciones de vida de la época.

Gabriel Zuchtriegel, director del sitio arqueológico de Pompeya, subrayó la importancia del hallazgo: “Este descubrimiento es fruto de una colaboración entre arqueólogos, antropólogos y vulcanólogos, todos enfocados en reconstruir los últimos momentos de vida de las personas que perecieron en una de las mayores catástrofes naturales de la antigüedad. Pompeya sigue siendo un sitio de investigación y restauración clave, y en los próximos años esperamos avances importantes gracias a nuevas inversiones.”