DESPUÉS DE 30 AÑOS, UN HOMBRE DESAPARECIDO REGRESA CON EL MISMO ASPECTO

Eran las siete de la mañana en Bacău, Rumania, cuando Vasile Gorgos, un ganadero de 63 años, salió de su casa para cerrar un trato en un pueblo cercano. Con una rutina bien establecida y siempre predecible, nada en su comportamiento sugería que ese día sería diferente. Sin embargo, Vasile no regresó a su hogar, dejando a su familia en una búsqueda desesperada que se prolongó por tres décadas.

Treinta años después, en una tranquila tarde de agosto, la familia Gorgos recibió una inesperada visita. Un coche desconocido se detuvo frente a su casa y, para sorpresa de todos, Vasile descendió del vehículo con la misma chaqueta de lana verde y el boleto de tren que llevaba el día de su desaparición. Su apariencia y salud parecían inalteradas por el tiempo, lo que solo añadió más preguntas al misterio.

Llevado al hospital para una revisión, los médicos quedaron asombrados al comprobar que, a pesar de su avanzada edad, Vasile no presentaba signos de maltrato ni malnutrición. Su memoria, sin embargo, solo alcanzaba hasta el día en que salió de casa, repitiendo con insistencia que «siempre estuvo en casa». Este enigma desconcertó a su familia y a los especialistas, que no encontraron explicación para lo ocurrido.

El caso de Vasile Gorgos se convirtió rápidamente en un tema de debate nacional e internacional. Mientras algunos especulan sobre experimentos secretos o fenómenos paranormales, otros sugieren teorías más convencionales, aunque ninguna logra explicar cómo un hombre puede desaparecer por 30 años y regresar intacto, con la misma ropa y sin ningún recuerdo de lo ocurrido. El misterio de Vasile permanece, dejando a todos preguntándose qué fue lo que realmente sucedió.