MIEMBROS DEL ALBA-TCP EXPRESAN SOLIDARIDAD CON HONDURAS Y CRITICAN INJERENCIA DE EE.UU.

Los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) han mostrado este sábado su respaldo al gobierno y al pueblo de Honduras, ante lo que consideran una «intervención» por parte de Estados Unidos en los asuntos internos de la nación centroamericana.

A través de un comunicado difundido en su cuenta de X, la organización regional condenó lo que describen como «acciones que violan el Derecho Internacional». El ALBA-TCP subrayó que Honduras, en su derecho soberano, debe ser respetada por la comunidad internacional y no sometida a presiones externas.

La alianza también destacó los lazos que unen a Honduras con sus Estados miembros, haciendo un llamado a la protección de estas relaciones frente a influencias extranjeras. Además, se solidarizaron con el pueblo hondureño, afirmando que su historia está marcada por los efectos de los golpes de Estado.

En su declaración, el ALBA-TCP respaldó las decisiones del gobierno de Xiomara Castro para salvaguardar la soberanía del país, instando a la comunidad internacional a condenar las acciones que, según denuncian, buscan generar inestabilidad en la región.

Contexto del conflicto

Este pronunciamiento del ALBA-TCP se produce tras las recientes denuncias de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, sobre un supuesto «intento de golpe de Estado». El Consejo Nacional de Defensa y Seguridad de Honduras (CNDS) responsabilizó a Estados Unidos de intentar desestabilizar al gobierno de Castro y apoyó su decisión de anular el tratado de extradición con el país norteamericano.

El CNDS explicó que la medida fue tomada luego de fuertes críticas emitidas por la Embajada de Estados Unidos en torno a la política de seguridad implementada por el gobierno de Honduras. Según el organismo, Washington estaría promoviendo acciones para deslegitimar el proceso electoral del país.

La foto que desató el conflicto

El conflicto escaló tras la publicación de una fotografía en la que se observa a oficiales hondureños junto al ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López. La embajadora estadounidense, Laura Dogu, expresó preocupación por la relación entre funcionarios de ambos países, sugiriendo posibles vínculos con el narcotráfico.

En respuesta, el gobierno de Castro optó por romper el tratado de extradición bilateral, lo que ha generado tensiones con Estados Unidos. Washington ha advertido que esta decisión podría entorpecer la lucha contra el narcotráfico en la región, mientras que Castro defiende la soberanía nacional.

El CNDS reafirmó su compromiso en la lucha contra el crimen organizado, destacando que llevará ante la justicia a quienes atenten contra la seguridad de Honduras. Esta situación ha creado un ambiente de tensión en la política hondureña, evidenciando las complejas relaciones con su vecino del norte.