PARÍS CLAUSURA UNOS EXITOSOS JUEGOS PARALÍMPICOS CON UNA ESPECTACULAR FIESTA DE MÚSICA Y LUZ

París cierra con broche de oro los Juegos Paralímpicos con una deslumbrante ceremonia de clausura en el Estadio de Francia. Bajo una lluvia que no apagó el entusiasmo, el evento, dirigido por el icónico Jean-Michel Jarre, ofreció una fiesta de música electrónica con la participación de 23 artistas, mientras se rindió homenaje a leyendas francesas como Charles Aznavour y Johnny Hallyday, que aún permanecen en el corazón del país.

Estos Juegos dejaron una marca histórica al haber inaugurado por primera vez una ceremonia fuera de un estadio, celebrada en la Plaza de la Concordia. Además, con escenarios emblemáticos como la Torre Eiffel y Los Inválidos, y un público volcado que agotó los 2,5 millones de entradas, París demostró estar a la altura de este evento global.

La clausura comenzó con 167 delegaciones y más de 5.800 deportistas desfilando por el estadio, ante 64.000 espectadores, al ritmo de canciones como “Vivre” de Hallyday, en una versión interpretada por la cantante Santa. También se vivió un emotivo momento con la interpretación de «La Marsellesa» por el trompetista discapacitado André Feydy, mientras la bandera francesa ondeaba en alto.

Los discursos no tardaron en llegar. Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador, resaltó la conexión emocional y transformadora que estos Juegos han generado, mientras Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional, destacó que París ha sentado un nuevo precedente para futuras ediciones, como los próximos Juegos en Los Ángeles 2028.

La ceremonia alcanzó su clímax con la entrega de la bandera paralímpica a Los Ángeles, representada por su alcaldesa Karen Bass. Al ritmo de «California Dreamin», se dio paso a la nueva sede de los Juegos en 2028.

El evento cerró con un vibrante espectáculo musical liderado por Jean-Michel Jarre, pionero de la música electrónica, acompañado por grandes nombres de la escena francesa como Kavinsky y Martin Solveig. El público, con pulseras de colores, disfrutó de una velada que celebró no solo el deporte, sino también la inclusión y el arte.

Con esta espectacular clausura, los Juegos Paralímpicos de París dejan una huella indeleble, devolviendo el brillo al deporte tras los desafíos de la pandemia y mirando con optimismo al futuro.