AFICIONADO DEL REAL MALLORCA CONDENADO A PRISIÓN Y PROHIBICIÓN DE ENTRADA POR INSULTOS RACISTAS A VINICIUS JUNIOR

Un seguidor del Real Mallorca ha sido sentenciado a 12 meses de prisión y tres años de prohibición de acceso a cualquier estadio, tras proferir insultos racistas contra Vinicius Junior, jugador del Real Madrid, y el exfutbolista del Villarreal, Samuel Chukwueze. La condena se impuso el pasado jueves en un tribunal de Mallorca por incidentes ocurridos en febrero de 2023 durante los partidos disputados en el estadio Son Moix.

El tribunal determinó que el aficionado es culpable de dos delitos contra la integridad moral, agravados por motivaciones racistas. Según un comunicado del Real Madrid, la sentencia también incluye la prohibición de asistir a cualquier partido organizado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante tres años.

Aunque el condenado no cumplirá la pena de prisión si cumple ciertas condiciones, como participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación, ya ha ofrecido una disculpa a Vinicius Junior mediante una carta, mostrando su arrepentimiento.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, destacó que esta es una señal clara de que el fútbol español está decidido a erradicar el racismo de los estadios. “No habrá grito ni cántico racista sin consecuencia penal», afirmó Tebas en la plataforma X, en referencia a los esfuerzos continuos para combatir este tipo de comportamientos.

Este es el tercer caso reciente en el que un aficionado es condenado por insultos racistas hacia jugadores del Real Madrid, con Vinicius Junior siendo víctima recurrente desde su llegada a España en 2018. En junio, tres aficionados del Valencia fueron condenados a ocho meses de prisión por insultar al jugador en mayo de 2023 durante un partido en Mestalla.

Además, el club blanco mencionó que otro incidente ocurrido en abril, donde un menor insultó al jugador francés Aurélien Tchouaméni, ha sido resuelto con la participación del joven en actividades socioeducativas, así como la prohibición de asistir a partidos por un año.

Estos incidentes han generado un debate profundo sobre el racismo en el fútbol español, reavivando la discusión sobre las medidas necesarias para frenar este tipo de agresiones en los estadios.