EL REY CARLOS III LLEGA A AUSTRALIA EN SU PRIMERA GIRA TRAS SER DIAGNOSTICADO CON CÁNCER

Este viernes, el rey Carlos III ha aterrizado en Australia, marcando el inicio de su primera gira internacional prolongada desde que le diagnosticaron cáncer hace ocho meses. El monarca, de 75 años, acompañado de la reina Camila, llegó a Sídney después de un largo viaje de más de 20 horas. A su llegada, fueron recibidos por dignatarios locales y niños que les ofrecieron flores.

La gira del rey abarca nueve días en total, comenzando en Australia y continuando en Samoa. En un contexto de creciente descontento con la monarquía en Australia, donde el soberano británico sigue siendo jefe de Estado, el propósito del viaje es reforzar los lazos con la población. A pesar de estos esfuerzos, el entusiasmo popular parece ser limitado, como lo refleja el comentario de Trevor Reeves, un residente local de 73 años, quien confesó haberse olvidado de la visita real.

Este viaje también tiene un significado personal para el monarca, ya que se ha visto obligado a reducir su agenda pública debido a su tratamiento contra el cáncer. Durante su estancia en Australia, se espera que participe en eventos multitudinarios, incluidos una recepción frente a la emblemática Ópera de Sídney y una barbacoa comunitaria.

La visita se produce en un momento en el que las encuestas indican que la población australiana está dividida en cuanto a su relación con la monarquía: un tercio desea romper los lazos, otro tercio los mantendría y el resto se muestra indeciso. Mientras tanto, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha mostrado su interés en convertir a Australia en una república, una postura que ha quedado clara en decisiones como la sustitución del rostro de la reina Isabel en el billete de $5 por un diseño indígena.

Tras seis días en Australia, el rey Carlos se dirigirá a Samoa, donde asistirá a la reunión de líderes de la Commonwealth los días 25 y 26 de octubre. Será la primera cumbre a la que acude como monarca, en un momento en el que los llamados a reparaciones por la esclavitud siguen resonando entre varias naciones de la Commonwealth.