MEMORIA HISTÓRICA

COMANDANTE RAMIRO VÁSQUEZ: “DE LOS COMBATES EN LA ESCALÓN NACIÓ LA NEGOCIACIÓN”

Era una mañana parecida a la de hoy, con brisa de verano y soleada, 23 de noviembre de 1989, la guerrilla del FMLN permanecía en el corazón del país, por segunda semana consecutiva, desde el 11 de noviembre, que inició la ofensiva “Hasta el tope y punto”.

Tras 10 días de cruentos combates en la Capital y su periferia , el FMLN abandonó las colonias populares bajo bombardeos de la Fuerza Aérea y llevó la guerra a las colonias de clase alta.

Las fuerzas guerrilleras habían avanzado hasta las zonas exclusivas de la capital y mantenían control.

Una de las zonas que jamás había sentido la guerra de cerca fue la colonia Escalón y hasta ahí llegaron escuadras guerrilleras.

Quemaron tanquetas del ejército, atacaron la embajada de Israel y el Consejo Central de Elecciones, rodearon la residencia presidencial, se tomaron mansiones de familias adineradas y el lujoso Hotel Sheraton, manteniendo como rehen al secretario de la OEA, Joao Baena Soares y un grupo de marines norteamericanos.

En internet aún circula una entrevista realizada en medio del combate a los comandantes Ramiro Vásquez y Dagoberto Gutiérrez por corresponsales extranjeros.

35 años después el ex-Comandante Ramiro Vásquez, dio una entrevista en ese mismo lugar a un Medio Internacional, que a continuación reproducimos.


¿Cómo lograron penetrar esta zona?

Ramiro Vásquez:

“Hace 35 años, columnas de hombres y mujeres provenientes de todos los rincones del país, con el sueño, con la ilusión de cambiar y transformar El Salvador, penetramos las grandes ciudades del país, después de un período en el que el ejército y los norteamericanos nos habían declarado derrotados. Decían públicamente que éramos una fuerza de vuela postes, come vacas, mata niños.

Las fuerzas guerrilleras del Frente penetraron las ciudades más importantes de El Salvador, y llegamos hasta aquí, a esta zona, donde en ese momento vivía la gente que hacía la guerra contra el pueblo sin vivirla ni sufrirla. La consigna fue esa: vamos a penetrar donde están los que mandan.

Vinimos aquí, a esta colonia, como un símbolo de que éramos capaces de entrar a donde quisiéramos, donde decidiéramos. El 24 de noviembre de 1989, cientos de guerrilleros ocupamos desde aquí hasta el redondel Luceiro.

Estuvimos en esta residencia, hicimos trincheras con los carros y, a unos metros de aquí, destruimos una tanqueta. Por esta calle penetramos con las fuerzas sin disparar un tiro. Cuando se dieron cuenta, toda esta zona estaba tomada.”


¿Encontraron aquí a figuras políticas y empresarios?

Ramiro Vásquez:
“Sí, nos topamos con dirigentes de ARENA, ministros y miembros de familias adineradas. Conversamos con ellos, los escoltamos hasta sus hogares y les pedimos que no continuaran apoyando la guerra contra el pueblo.”


¿Qué siente usted venir aquí después de 35 años. Valió la pena todo ese esfuerzo, arriesgar su vida, la vida de miles de salvadoreños y también de gente de otros países que vino a luchar por un propósito?.

Ramiro Vásquez:
“Si valió la pena y América y el mundo deben saber que nos sentimos orgullosos de haber hecho eso. Nosotros no estaríamos aquí, no podríamos estar aquí, no podríamos tener el gobierno que tenemos, si esa gesta político militar no hubiera sido posible, verdad? Y nosotros nos sentimos autores y actores de esa gesta que transformó el país, de esa gesta que obligó a que los que dirigían la guerra contra el pueblo llegaran a la conclusión de que era necesario negociar. Aquí nació la negociación, de los combates de la escalón, fue un ejemplo para el mundo y para los grupos guerrilleros de América Latina”.


¿Ustedes fueron ejemplo de muchas luchas populares. Qué podemos decirle a esas organizaciones y movimientos que están luchando por sus ideales?

Ramiro Vásquez:

“Miles en el mundo simpatizaban y acompañaban la lucha del FMLN , nos hacemos responsables de que esa simpatía debemos de conservarla porque era admiración y era reconocimiento a la lucha de un pueblo que con mucha valentía, con mucha creatividad había construido uno de los ejércitos guerrilleros más grandes de América Latina, más eficiente, hoy a esos pueblos a esos amigos les queremos decir que es la organización, es la lucha es la movilización, la que lleva y se pasan momentos difíciles, pero se superan por eso yo mencionaba de que vinimos aquí después de de varios años de que la lucha guerrillera parecía haberse debilitado y por eso yo digo que con la entrada a la colonia Escalón, la entrada a la ciudad principal del país, el FMLN demostró, que seguía vivo y en el corazón del pueblo y más fuerte”.


¿El FMLN de hoy cómo está y qué le dice usted a la militancia el FMLN?

Ramiro Vásquez:

“En el FMLN estamos empeñados en reconstruir nuestra relación con las bases sociales con el pueblo, con la gente porque los 10 años de gobierno lesionaron la relación con la población, no pudimos explicarles, no los mantuvimos informados y se enfrío la relación nuestra con la gente; entonces hoy nuestra batalla es reconquistarlos y nuestros compañeros en todo el territorio nacional, nuestros 16 mil militantes y los 208 mil electores que votaron por este FMLN en la última campaña presidencial estamos trabajando por reconstruir la confianza del pueblo, en nuestra organización y continuar acompañando al pueblo en la gran batalla por transformar el país, en seguir aportando en lo que hicimos con esa ofensiva del 89”.


¿Comandante vale la pena que se conmemoren fechas como esta cuando se recuerda a muchas víctimas , cuando se recuerda la ofensiva guerrillera más fuerte del FMLN?

Ramiro Vásquez:

“Es correcto conmemorarlo. Con orgullo venimos aquí y estamos hoy en todo el país realizando decenas de actividades, grandes y pequeñas, recordando esta fecha.

Rendimos homenaje a los miles de hombres y mujeres que murieron en esa guerra de 12 años. Solo en esa ofensiva tuvimos 600 muertos en nuestras columnas guerrilleras y alrededor de 1,200 heridos.

Logramos que el diálogo se transformara en una verdadera negociación. Por eso nos sentimos orgullosos, por eso estamos aquí con alegría y entusiasmo, y por eso seguimos luchando y trabajando para que nuestro pueblo siga transformándose.”


La ofensiva de noviembre de 1989 no solo marcó un capítulo decisivo en la historia del conflicto armado salvadoreño, sino que se convirtió en el preámbulo de las negociaciones que pondrían fin a 12 años de guerra. La memoria de estos eventos sigue viva en las generaciones que buscan entender las raíces de un país transformado por el sacrificio y la esperanza de un futuro mejor.