LA JUSTICIA DE GUATEMALA ORDENA CANCELAR EL PARTIDO SEMILLA, PERO EL TRIBUNAL ELECTORAL DESAFÍA LA DECISIÓN

En un giro inesperado, la justicia guatemalteca ordena la cancelación del Movimiento Semilla, partido con el que Bernardo Arévalo ganó la presidencia. El juez Fredy Orellana, a instancias del jefe de la Fiscalía Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, dicta la resolución tras acusaciones de irregularidades en la inscripción del partido en 2017. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) asegura que no tiene autoridad para ejecutar dicha medida.

Curruchiche y Orellana lideran junto a la fiscal general Consuelo Porras una investigación exhaustiva contra Semilla. Según el juez, la supuesta presentación de firmas falsas en el proceso de inscripción es suficiente para cancelar al partido, basándose en una antigua ley de crimen organizado que permitía la disolución de personas jurídicas por actos ilícitos. Aunque esta ley fue modificada recientemente por el Congreso, la reforma aún no entra en vigor, lo que da pie a que Orellana agilice la cancelación.

La presidenta del TSE, Blanca Alfaro, critica la decisión judicial, señalando que la Corte de Constitucionalidad ya dictaminó que solo el tribunal electoral puede suspender o cancelar partidos políticos. «Un juez no tiene la potestad para hacerlo», enfatiza Alfaro, quien asegura que, incluso si Semilla fuera cancelado, los cargos electos por la voluntad popular se mantienen intactos.

Samuel Pérez, jefe de la bancada de Semilla en el Congreso, también rechaza la resolución. «El juez Orellana nunca tuvo la facultad de cancelar un partido. Con la reforma reciente quedó aún más claro que esta decisión es ilegal», afirma Pérez, quien denuncia la maniobra como un intento de socavar la democracia en el país.

Mientras el conflicto legal se intensifica, el futuro de Movimiento Semilla y del gobierno de Bernardo Arévalo permanece en una tensa incertidumbre, reflejando las profundas divisiones políticas que enfrenta Guatemala.