INTOLERANCIA PERMANENTE AL GLUTEN: SÍNTOMAS Y CONSECUENCIAS EN LA SALUD
La intolerancia permanente al gluten, conocida como enfermedad celíaca, es un trastorno que afecta a un número significativo de personas en todo el mundo. Esta condición se caracteriza por una reacción inflamatoria en el intestino delgado cuando se consume gluten, presente en el trigo, la cebada, el centeno y sus derivados, incluyendo los almidones.
Cuando una persona con enfermedad celíaca ingiere alimentos que contienen gluten, se produce una alteración en la mucosa del intestino delgado, lo cual provoca la disminución de las vellosidades intestinales. Esta situación dificulta la adecuada absorción de los nutrientes presentes en los alimentos, lo que puede dar lugar a deficiencias nutricionales, inflamación y anemia.
Entre los síntomas más comunes de la enfermedad celíaca se encuentran las malas digestiones, la diarrea, los vómitos, el dolor y la hinchazón abdominal, así como erupciones en la piel y llagas en la boca. Estos signos pueden variar en cada individuo y su intensidad también puede ser variable.
Es importante destacar que muchas personas no le dan la debida importancia a los síntomas que experimentan, atribuyéndolos a una sensibilidad gástrica sin mayor trascendencia. Por ello, es fundamental consultar con un médico especialista ante la presencia de estos indicios para realizar una evaluación adecuada.
El diagnóstico de la enfermedad celíaca implica la realización de varias pruebas, como la valoración del estado nutricional de la persona, análisis de sangre completo, biopsia del intestino delgado o diferentes tests de screening para detectar los estudios más comunes.
Es fundamental que las personas que sospechen de tener intolerancia al gluten consulten a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. La adopción de una dieta sin gluten es esencial para controlar los síntomas y evitar las complicaciones asociadas a esta enfermedad.