CRISIS DE ANSIEDAD: SÍNTOMAS Y DESAFÍOS PARA AFRONTARLOS
Las crisis de ansiedad son episodios repentinos, breves y extremadamente intensos que pueden resultar abrumadores para quienes los experimentan. La agitación física y emocional, junto con una sensación de peligro inminente, hacen que estas crisis sean difíciles de enfrentar, especialmente para aquellos que nunca han experimentado una antes y desconocen los síntomas y cómo actuar para mitigar sus efectos.
El psicólogo Pablo Palmero Salinas destaca que la sensación de peligro y las ideaciones catastróficas pueden variar en cada caso, pero las más comunes incluyen el temor a perder el control, volverse loco, sufrir un infarto, desmayarse o incluso morir.
Entre los síntomas más habituales que acompañan a estas crisis se encuentran el dolor en el pecho, las taquicardias, la dificultad para respirar y la sensación de ahogo, debilidad corporal, inestabilidad física y distorsión del pensamiento, percepción y noción del espacio y el tiempo.
Otros síntomas comunes incluyen sudoración, hormigueo, escalofríos, sofocos, temblores, entumecimiento, náuseas, mareos y sensación de irrealidad. El punto culminante de la crisis suele ocurrir después de unos minutos y suele desaparecer en menos de una hora.
Ante estas situaciones, es fundamental buscar apoyo y orientación de profesionales de la salud mental para aprender a reconocer y manejar las crisis de ansiedad. La terapia cognitivo-conductual, la práctica de técnicas de relajación y la adopción de hábitos de vida saludables pueden ser herramientas efectivas para enfrentar y reducir la intensidad de estos episodios.
Es importante recordar que las crisis de ansiedad son tratables y que buscar ayuda y comprender los síntomas puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes las experimentan. El autocuidado y la atención a la salud mental son fundamentales para enfrentar los desafíos que la ansiedad puede plantear y promover el bienestar emocional y físico en el día a día.