FALLECE SANDRA DAY O’CONNOR, PRIMERA MUJER EN LA CORTE SUPREMA DE EE. UU.

La jueza jubilada Sandra Day O’Connor, quien se convirtió en la primera mujer en la Corte Suprema de Estados Unidos, falleció en su hogar en Phoenix, Arizona, según confirmó el máximo tribunal en un comunicado.

Su partida se produjo tras una prolongada lucha contra la demencia avanzada, probablemente Alzheimer, y una enfermedad respiratoria, la cual la mantuvo alejada de la vida pública desde el 2018.

Nombrada en 1981 por el presidente republicano Ronald Reagan, O’Connor desempeñó un papel histórico al llenar una de las pocas vacantes femeninas en la corte, ganándose la reputación de ser una figura poderosa y esencial durante sus casi 25 años en el tribunal.

A pesar de su trascendencia histórica, O’Connor siempre destacó la importancia de sus argumentos sobre el género. Rechazó ser catalogada únicamente por ser la única mujer en el tribunal y enfatizó que su poder se basaba en sus argumentos.

Su nominación generó cierta controversia debido a su falta de experiencia judicial a nivel federal y las dudas sobre sus posturas, tanto por los conservadores debido a su posición sobre el aborto como por los liberales preocupados por su compromiso con el feminismo.

Nacida en El Paso, Texas, en 1930, su infancia en un rancho ganadero en Arizona la moldeó, aprendiendo habilidades claves y una mentalidad que la llevó a desempeñar un papel fundamental en una corte polarizada en diversos temas.

O’Connor fue un voto «bisagra» en la Corte, desafiando a sus colegas conservadores y proporcionando el quinto voto que conformó mayorías más liberales en temas cruciales. Su legado marca un hito en la historia judicial de Estados Unidos.