EL CAFÉ: ¿CUÁNDO DEJA DE SER SALUDABLE? EN CONTRASTE CON ALTERNATIVAS MÁS BENEFICIOSAS
El café, compañero fiel de desayunos y tertulias, se ha convertido en una parte fundamental de la rutina diaria para muchos. A pesar de su arraigo, la Asociación Española del Café revela cifras sorprendentes: ¡500 tazas y casi cuatro kilos al año por persona!
Sin embargo, ¿dónde reside la línea entre lo saludable y lo perjudicial en el consumo de café? Para la comunidad médica, el umbral seguro para adultos sanos se establece en 400 miligramos diarios, lo que equivale a unas cuatro tazas. No obstante, este límite no aplica a adolescentes, mujeres embarazadas o en período de lactancia, grupos que deben restringir su ingesta. Además, la tolerancia a la cafeína varía entre individuos y ciertas condiciones médicas, como migrañas o ansiedad, exigen precaución.
En contraposición al café, surge el té como una opción más saludable y menos estimulante. Tanto el té verde como el negro contienen teanina, un aminoácido con efectos estimulantes similares que mejora la concentración y potencia la cognición. Otras alternativas incluyen:
- Batido verde: Una mezcla de verduras de hoja verde, como espinacas o acelgas, combinadas con frutas para endulzar, resulta en un batido nutritivo y energizante perfecto para las mañanas.
- Leche dorada: Una bebida en tendencia entre las celebridades, elaborada con leche vegetal, cúrcuma y especias como jengibre, canela o pimienta negra.
- Cereales integrales: Optar por cereales integrales en el desayuno, como centeno, trigo sarraceno, avena o cebada, constituye una excelente elección para una dieta cardiosaludable debido a su alto contenido de fibra, vitaminas y minerales.