ALIMENTOS PARA REDUCIR EL COLESTEROL: CONOCE QUÉ DEBES INCLUIR Y EVITAR EN TU DIETA
La hipercolesterolemia, caracterizada por niveles elevados de colesterol, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero ¿cómo puedes reducir el colesterol a través de la alimentación? Aquí te contamos qué alimentos son tus aliados y cuáles debes evitar.
ALIADOS EN TU PLATO:
- Alimentos ricos en fibra: La fibra soluble presente en frutas como manzanas, peras y bayas, así como en verduras de hoja verde, ayuda a disminuir el colesterol LDL.
- Cereales integrales: Opta por opciones como la avena, la cebada y el arroz integral, que son ricos en fibra y pueden ayudar a reducir el colesterol.
- Pescado y omega-3: Incorpora pescados grasos como el salmón, el atún y la trucha, que son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, conocidos por sus efectos beneficiosos sobre el colesterol.
- Frutos secos y almendras: Consumir almendras, nueces y otros frutos secos puede contribuir a reducir el colesterol LDL, gracias a su contenido de grasas saludables y fibra.
- Verduras y frutas: Las verduras de hoja verde, como la espinaca y el brócoli, así como frutas como la guayaba, la sandía y los arándanos, son excelentes opciones para incluir en tu dieta y mejorar tu perfil lipídico.
ALIMENTOS A EVITAR:
- Grasas saturadas: Limita el consumo de carnes grasas, productos lácteos enteros, mantequilla, chocolates y alimentos fritos, ya que contienen grasas saturadas que pueden aumentar el colesterol LDL.
- Alimentos procesados: Evita los alimentos procesados y los productos horneados, que suelen contener grasas trans y azúcares añadidos, lo que puede contribuir al aumento del colesterol.
- Productos lácteos ricos en grasa: Opta por opciones lácteas bajas en grasa o descremadas en lugar de las versiones enteras, para reducir la ingesta de grasas saturadas.
Al adoptar una dieta rica en alimentos saludables y limitar el consumo de aquellos que son perjudiciales para el colesterol, puedes contribuir a mantener un perfil lipídico saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Recuerda consultar siempre con un profesional de la salud para recibir recomendaciones personalizadas sobre tu alimentación.