BENEFICIOS Y CUIDADOS DE UNA BUENA DUCHA: CONSEJOS DE EXPERTOS

Una buena ducha no solo asegura una limpieza adecuada del cuerpo, sino que también contribuye al bienestar general, según explica la dermatóloga Luisa Martos en una reciente entrevista. Martos señala que la frecuencia con la que se debe duchar una persona varía según diferentes factores individuales y ambientales.

«La necesidad de ducharse a diario depende de aspectos como el nivel de actividad física, la exposición al medio ambiente, y las preferencias personales. Aquellas personas con piel grasa, quienes sufren de sudoración excesiva (hiperhidrosis), o que llevan un estilo de vida activo, pueden necesitar una ducha diaria para mantener una higiene óptima», comenta la doctora.

Ducharse varias veces al día puede ser necesario en situaciones específicas, como después de hacer ejercicio intenso o en climas extremadamente calurosos. Sin embargo, ducharse repetidamente sin necesidad puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que podría resultar en sequedad e irritación.

¿CUÁNTO DEBE DURAR LA DUCHA PERFECTA?

Según la doctora Martos, la duración ideal de una ducha es de 5 a 10 minutos. «Una exposición prolongada al agua puede alterar la barrera epidérmica, lo que lleva a la pérdida de aceites naturales esenciales para la hidratación de la piel. Esto puede dejar la piel seca, tirante y con escamas», advierte.

¿AGUA FRÍA O CALIENTE?

Martos también discute los beneficios y desventajas de las duchas con agua fría y caliente. «El agua fría puede mejorar la circulación, tonificar la piel, liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo, siendo especialmente útil para aliviar dolores musculares después del ejercicio. Sin embargo, puede no ser la opción más relajante», explica.

Por otro lado, «el agua caliente ayuda a relajar los músculos, aliviar la tensión y mejorar la calidad del sueño, proporcionando una sensación de confort. No obstante, también puede eliminar los aceites naturales de la piel, causando sequedad e irritación», agrega.

La dermatóloga subraya que no existe una respuesta definitiva sobre cuál es mejor, ya que ambas opciones tienen ventajas y desventajas. Lo ideal es encontrar un equilibrio que se ajuste mejor a las preferencias y necesidades de cada persona.

¿QUÉ SUCEDE SI PASAS DEMASIADO TIEMPO EN LA DUCHA?

Pasar demasiado tiempo en la ducha puede tener efectos negativos en la piel. Martos advierte que una exposición prolongada al agua, especialmente caliente, puede deshidratar la piel y desgastar su barrera protectora, haciéndola más vulnerable a infecciones y a la irritación.

«El contacto prolongado con el agua puede eliminar los aceites naturales esenciales para mantener la piel hidratada, lo que puede resultar en sequedad, picor y escamas. Además, el uso excesivo de jabones y champús con productos químicos agresivos puede irritar la piel y aumentar su sensibilidad», señala Martos. Además, las duchas largas y calientes pueden dilatar los vasos sanguíneos, lo que también puede tener efectos en la circulación.

En resumen, la clave para una ducha saludable radica en la moderación y en ajustar la temperatura y duración según las necesidades individuales de cada persona.