LA DIETA QUE POTENCIA LA FELICIDAD: CLAVES PARA UNA ALIMENTACIÓN QUE MEJORA EL ESTADO DE ÁNIMO

La búsqueda de la felicidad a menudo está vinculada a lo que comemos. ¿Cómo influye nuestra dieta en nuestro bienestar emocional? Arthur C. Brooks, científico social y profesor en la Harvard Business School, explora esta conexión en su columna en The Atlantic, titulada «La dieta definitiva de la felicidad».

En su artículo, Brooks destaca que la dimensión social de la comida juega un papel crucial en nuestro estado emocional. Cita una investigación realizada en Asia que demuestra que compartir comidas en grupo y revivir recuerdos de comidas pasadas incrementa el bienestar general. Este enfoque subraya cómo el acto de comer acompañado y hacer que las comidas sean memorables puede potenciar la felicidad.

Sin embargo, la relación entre alimentación y emociones no siempre es positiva. Un estudio de 2012 revela que las mujeres jóvenes con síntomas depresivos tienden a comer en exceso un 130% más que aquellas sin depresión. A pesar de esto, un estudio de 2013 publicado en la revista Appetite sugiere que la relación entre comer y las emociones suele ser benigna.

La regularidad en las comidas es otro factor clave. Un estudio de 2016 en Irán muestra que las personas más felices son aquellas que mantienen un horario constante, incluyendo desayuno diario y tres comidas con uno o dos bocadillos. Aunque Brooks aclara que picar durante todo el día no es ideal, mantener un horario regular de comidas es beneficioso.

La variedad en la dieta también es fundamental. Según Ruut Veenhoven, investigador de la felicidad, una dieta rica en frutas y verduras y moderada en grasas es la que ofrece mayor satisfacción en la vida. Las dietas que incluyen proteínas y grasas saludables están asociadas con menores niveles de ansiedad y depresión, mientras que un alto consumo de carbohidratos se vincula a problemas de ánimo y estrés.

El impacto del alcohol y la comida rápida en nuestra felicidad es negativo. Los datos recientes indican que el consumo moderado de alcohol no tiene beneficios claros para la salud, y puede llevar a problemas de salud mental y física. Además, el consumo de alimentos procesados y comida rápida se asocia con una mayor angustia psicológica, especialmente en jóvenes. Aunque los dulces pueden mejorar el ánimo a corto plazo, el azúcar refinado puede ser adictivo y causar ansiedad clínica al ser retirado de la dieta.

El modelo de dieta y estilo de vida español, conocido por su enfoque en proteínas y aceite de oliva, y moderado en carbohidratos y alcohol, se alinea con estas recomendaciones. Brooks observa que en España, las comidas son eventos sociales importantes, lo que concuerda con la idea de que compartir comidas mejora el bienestar.

Brooks también menciona que aunque las dietas vegetarianas pueden aumentar la sensación de tranquilidad, reducen el disfrute. En cuanto al ayuno intermitente, no se observa un impacto claro en la ansiedad o el estado de ánimo, pero parece reducir las puntuaciones de depresión.

En resumen, una dieta equilibrada, diversa y rica en proteínas y grasas saludables, con un consumo moderado de alcohol y bajo en carbohidratos y azúcares refinados, puede fomentar la felicidad. Es crucial evitar dietas extremas y priorizar las comidas en compañía para mejorar el bienestar general.