LA SIESTA, UN HÁBITO SALUDABLE
En Estados Unidos, la costumbre de tomar una siesta diaria se mantiene vigente, especialmente entre quienes trabajan desde casa. Esta práctica, que ofrece múltiples beneficios para la salud y el bienestar, se está consolidando como una estrategia para mejorar la productividad y el estado de ánimo, según destacan expertos en el estudio del sueño.
James Maas, profesor emérito de la Universidad de Cornell, quien dedicó casi cinco décadas a la investigación del sueño, asegura que una breve siesta vespertina puede ser clave para mejorar la concentración, la creatividad y el estado de alerta. Estos efectos positivos, que él detalla en su libro Sleep for Success, son particularmente notables en quienes descansan durante 20 a 30 minutos, el tiempo ideal para reponer energías sin caer en un sueño profundo.
El ritmo circadiano, un ciclo biológico que regula el sueño y la vigilia, es el responsable de que muchas personas sientan la necesidad de una siesta a primera hora de la tarde. Maas explica que entre las 2 y las 4 de la tarde se produce una caída natural en los niveles de energía, lo que hace que una breve siesta sea especialmente beneficiosa durante este intervalo.
Por su parte, Sara Mednick, investigadora del sueño en la Universidad de California-Irvine, sostiene que las siestas cortas permiten al cerebro descansar sin entrar en una fase de sueño profundo, lo que evita el aturdimiento al despertar. Su investigación, presentada en Take a Nap, Change Your Life, sugiere que estas siestas son más efectivas que la cafeína para mejorar el rendimiento cognitivo y el estado de alerta.
Mednick también subraya la importancia de encontrar un espacio adecuado para descansar: un lugar oscuro, tranquilo y fresco es ideal para maximizar los beneficios de la siesta. Además, recomienda programar un temporizador para no superar los 20 minutos de descanso, ya que incluso si no se duerme profundamente, el cuerpo y la mente obtienen beneficios significativos.
A medida que más personas descubren los efectos revitalizantes de una siesta breve, este hábito continúa ganando adeptos en Estados Unidos, demostrando que, a veces, una pausa en el momento adecuado puede marcar una gran diferencia en la jornada.