INVESTIGADORES DESARROLLAN MOLÉCULA QUE RECONOCE CÉLULAS TUMORALES CON PRECISIÓN ABSOLUTA

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell) y la Universidad de Iowa ha logrado un importante avance en la lucha contra el cáncer. Han desarrollado una nueva molécula, denominada aptámero, capaz de reconocer con gran precisión las células tumorales en el organismo.

El aptámero es una molécula de ácidos nucleicos que adopta estructuras tridimensionales y tiene la capacidad de identificar específicamente moléculas diana. Esta innovadora molécula, presentada en la prestigiosa revista científica Molecular Therapy-Nucleic Acids, podría revolucionar el tratamiento del cáncer al permitir la liberación de terapias de forma localizada, minimizando así los efectos secundarios no deseados.

El principal objetivo de esta nueva molécula es el receptor EphA2, ampliamente expresado en diversos tipos de cáncer, como sarcomas, cáncer de mama, melanoma y cáncer colorrectal, entre otros. Afortunadamente, este receptor se encuentra en niveles muy bajos en las células sanas, convirtiéndolo en un blanco ideal para terapias dirigidas.

El jefe del grupo de investigación en Sarcomas del Idibell y uno de los líderes del proyecto, Òscar Martínez, explicó que los aptámeros ofrecen varias ventajas en comparación con otras plataformas de liberación localizada de fármacos. Pueden unirse a cualquier tipo de terapia, desde quimioterapia hasta tratamientos con ARN contra el cáncer. Además, su producción a gran escala es posible sin variabilidad entre lotes.

Asimismo, el equipo de investigadores descubrió que el aptámero por sí solo tiene efectos antitumorales, además de su capacidad como plataforma de liberación de fármacos dirigida. Al unirse al receptor diana, la molécula redujo la capacidad metastásica de las células cancerosas en cultivo, mostrando su potencial para ralentizar la progresión del cáncer.

El impacto de este hallazgo es prometedor, ya que el aptámero podría convertir el cáncer en una enfermedad crónica y, combinado con terapias convencionales, potenciar aún más su efectividad. Los investigadores están entusiasmados por el potencial terapéutico de esta molécula y esperan continuar explorando su aplicación en tratamientos contra el cáncer en futuros estudios clínicos.

Este importante avance demuestra una vez más el poder de la investigación científica en la lucha contra el cáncer y brinda esperanza a millones de personas en todo el mundo.